a los gobiernos a cumplir con la prohibición constitucional de mantener la imparcialidad política, tanto en su actuación como en el uso de los recursos a su cargo. Por la tarde, cuando Margarita Zavala presentó su solicitud de registro, Córdova confirmó que esta aún está sujeta a la revisión de firmas. Dicho registro se llevó a cabo sin grandes masas, acaso medio millar de simpatizantes y ante los consejeros electorales Zavala, vestida de azul y blanco, deploró el abuso del dinero en la política y anunció su declinación a utilizar lo que le correspondería para financiar su campaña política.