Ricardo Anaya es acusado de beneficiarse de una red de empresas fachada que triangularon 54 millones de pesos para comprarle una nave industrial en Querétaro.

Joaquín Adrián Xamán, abogado de tres personas involucradas en la creación de esa red, asegura que el candidato del Frente es culpable de lavado de dinero. Anaya comenta que aquella operación fue legal y que la acusación en su contra es “de risa loca”.