Sobre la segregación de padres e hijos migrantes en Estados Unidos, Anaya declaró en Los Cabos, Baja California Sur:

“Separar a los niños de sus familias es atentar contra sus derechos y afectar sus vidas, posiblemente para siempre. No podemos admitir que esta situación continúe; alguien que no respeta a los niños no puede respetar ningún tipo de derecho”.