Ricardo Anaya propuso intensificar la cooperación con Centroamérica; suprimir el impuesto sobre la renta a los 15 millones de mexicanos que ganan menos de 10 mil pesos; abrir el debate, pero no a la legalización de la mariguana; garantizar que los migrantes, al igual que los indígenas tengan representación real en el Congreso; y concretar 135 acciones para construir infraestructura: puertos, aeropuertos y carreteras. Por otra parte, Andrés Manuel López Obrador propuso firmar una alianza por el progreso con Estados Unidos, Canadá y Centroamérica; recuperar el tren transístmico para transporte de carga del continente asiático hacia EU; incrementar los salarios de los trabajadores mexicanos para equipararlos a los de EU; establecer en Tijuana el Instituto Nacional de Migración; y convertir los consulados de México en EU en procuradurías para la defensa del migrante. José Antonio Meade propuso blindar tecnológicamente las aduanas para que no entren armas y dinero; llevar más inversión y cambiar el rostro a la frontera sur; priorizar los servicios de salud para atender a migrantes deportados, principalmente a los niños; más empleo y permanencia en la escuela de los jóvenes en las comunidades de origen; ofrecer créditos y acceso al IMSS a los mexicanos que regresan de Estados Unidos. Finalmente Jaime Rodríguez Calderón propuso bajar el IVA de 16 al 10 por ciento y suprimir impuesto de la gasolina; operativos encubiertos para combatir la trata de personas; cambiar la ley de coordinación fiscal para dividir los recursos entre la Federación y los estados; sustituir a todos los aduaneros y, si es preciso, mocharles la mano; y que desde el gobierno se destine patrimonio para los deportados.