Después del colapso que sufrió el esquema de registro de representantes partidistas en las casillas durante las pasadas elecciones locales en cuatro entidades, el INE presentó

a los institutos el rediseño del sistema que pretende subsanar los desajustes, instrumentar un nuevo plan que permita las anotaciones en tiempo y asociarlo al programa de fiscalización para incorporar el eventual pago a estos representantes.