forma parte de una estrategia maquiavélica para golpear la figura de la luchadora social –quien ya había sido exonerada por los cargos de secuestro, homicidio y robo que enfrentaba–, pero también para afectar a la coalición Juntos Haremos Historia, afirmaron activistas civiles, quienes consideraron que la campaña del abanderado priísta José Antonio Meade contra Salgado es también una forma de deslegitimar la justicia basada en usos y costumbres.